El muestreo de agua consiste en extraer una porción representativa de una masa de agua con el propósito de examinar diversas características. Este proceso es fundamental para los trabajos de laboratorio, ya que se inician precisamente con la fijación de características que deben tener las muestras de agua. Una vez recogidas, estas muestras serán analizadas.

Las muestras se toman y examinan para determinar parámetros físicos, químicos, biológicos y radiactivos. Para lograr esto, se utilizan criterios y técnicas de toma diferentes, adaptados a cada tipo de parámetro a evaluar.

Muestras Simples o de Sondeo: Si una fuente o masa de agua es bastante constante en su composición, ya sea en el tiempo o en el espacio, podemos considerar que una simple muestra de sondeo es representativa. Este es el caso de algunas aguas superficiales y de algunos suministros. Sin embargo, si se sabe o sospecha que la fuente de agua varía a lo largo del tiempo, es necesario realizar la recogida de muestras con más frecuencia en el mismo lugar. La frecuencia puede variar desde minutos a horas e incluso a lo largo de meses. Si lo que varía es la composición del agua a lo largo del espacio que comprende la masa de agua y no en el tiempo, es necesario ampliar la toma para abarcar los lugares más adecuados.

Muestras Compuestas: Son mezclas de muestras simples recogidas en el mismo punto en distintos momentos. Estas muestras también se denominan “compuestas tiempo” para distinguirlas de las que podríamos considerar “compuesta-espacio”. Para determinar las concentraciones medias, estas muestras compuestas son muy útiles.

Muestras Integradas: Son mezclas de muestras individuales recogidas en distintos puntos al mismo tiempo. Este tipo de muestras son necesarias en lagos, embalses, ríos o corrientes en los cuales la composición puede variar tanto en anchura como en profundidad. Para la recogida de muestras integradas, es conveniente utilizar un equipo especial que realiza la toma a distintas profundidades al ritmo y volumen deseado a lo largo de todo el perfil.

Toma Manual: Este método no utiliza equipo especial alguno para la recogida de muestras. Sin embargo, suele resultar costoso para la toma de muestras a gran escala.

Toma Automática: Con este método se reducen los costes laborales, sobre todo cuando hay que realizar tomas con mucha frecuencia. Utiliza equipos más complejos que son generalmente utilizados en la toma de muestras integradas, ya sea en aguas potables, residuales, industriales y en las estaciones de tratamiento de agua potable o residual. Son muy adecuados para el seguimiento de vertidos.

Estos equipos suelen estar formados por un depósito de capacidad variable, donde se almacenan las muestras temporales de un determinado punto, a través de un sistema de tubos y bombeo temporizado por un equipo programador, de acuerdo con las necesidades específicas de la toma. Es importante procurar que el equipo automático no contamine la muestra. Por ejemplo, algunos compuestos orgánicos pueden verse alterados por los envases de plástico.